Ani DiFranco (crítica)
A saber: su actitud, la pasión interpretativa, la credibilidad que desprende en cada uno de sus movimientos, una voz bien dotada que maneja con precisión y de la que obtiene un rendimiento máximo, su destreza como guitarrista poco ortodoxa y de gran mano derecha, con sus cinco púas de uña y su manera de rasguear o de manejar la técnica del fingerpicking.
Y claro, por encima de todo, sus canciones, de una calidad compositiva que no parece resentirse pese a lo prolífico de su producción.
Ani DiFranco, por encima de todo, es una cantautora que parte de la tradición del folk americano, con el que coquetea, por el que se deja abrazar, al que trata con desdén o al que pervierte, según la ocasión. Lo hace manejando los parámetros a su antojo y con gran solvencia.
La intensidad, el ritmo, la gravedad, el factor emocional… son colores de su versátil paleta melódica, aquella con la que tantos cantautores acaban cayendo en la linealidad del bodegón mientras DiFranco se acerca al post-impresionismo: trazo variado y diferente intensidad para un fondo finalmente nítido.
DiFranco ofreció un repertorio de 19 canciones, con sólo un par de muestras de su nueva entrega (“Present / Infant”, a solas con el cajón de Allison Miller, y “Landing gear”) y en el que no faltó la primera canción de su primer álbum de 1989, la estupenda “Both hands”. Larga vida a la gran independiente.
ANI DiFRANCO
Telonera: Anaïs Mitchell. Formación: Ani DiFranco (voz, guitarras acústicas), Todd Sickafoose (contrabajo), Allison Miller (batería, voces) y Mike Dillon (percusión). Lugar: Sala Audio del Auditorio Víctor Villegas, 18 de octubre. Calificación: Notable.
Telonera: Anaïs Mitchell. Formación: Ani DiFranco (voz, guitarras acústicas), Todd Sickafoose (contrabajo), Allison Miller (batería, voces) y Mike Dillon (percusión). Lugar: Sala Audio del Auditorio Víctor Villegas, 18 de octubre. Calificación: Notable.

